
Sorbos de belleza, para descubrir las bodegas de diseño
Degustar un buen vino paseando por un jardín-viñedo es una experiencia inolvidable, que sacia los cinco sentidos en unos pocos segundos. Por ello, muchas empresas vinícolas se han equipado para ofrecer a sus invitados una emoción aún más apasionante, que se extienda más allá de la copa, pero al mismo tiempo que la acentúe. Algunas han tenido la colaboración de grandes arquitectos, proponiéndose como bodegas de diseño.